viernes, 19 de abril de 2013

Nazaré tocó la gloria y Manzanares toreó de verdad




Uno de los carteles de más expectación de la feria, cartel estrella compuesto por El Juli, Jose Maria Manzanares y Antonio Nazaré. El "no hay billetes" estaba colgado en las taquillas y toda la afición emocionada por ver lo que ocurría en el albero.
Gran corrida de Victoriano del Rio, muy bien presentada, con mucha transmisión y bravura.
El Juli, muy asentado en la cara del toro, el cual se jugó el tipo y resultó herido fuertemente en el cuadriceps femoral del muslo derecho. Pasaportó el toro Manzanares y se corrió el turno de lidia. A Nazaré lo tocaba matar tres toros, la tarde se había quedado en un mano a mano Manzanares-Nazaré.


Salto el segundo, el toro que estaba reseñado como tercero, un toro con mucho recorrido y calidad. Lo brindó a Manzanares y al subalterno Álvaro Montes, en representación del Juli, Nazaré muy inteligente y dosificando la bravura del toro, le arrancó muletazos con la mano muy baja. Pinchó y perdió la oreja aunque la afición en todo momento estaba con el diestro de Dos Hermanas.
Era el turno de Manzanares, saltó el que estaba reseñado en segundo lugar, que fue devuelto al corral por invalidez de manos. Saltó el segundo bis, de la misma ganadería. Manzanares dando los suficiente tiempos y espacios consiguió tirar del astifino, aunque se rajaba bastante, para emocionar la afición maestrante dando preciosos muletazos, suaves y enroscados, y lo mejor, la estocada de la feria, marca Manzanares, un volapié de libro que merecía la oreja. Recibió una fuerte ovación. 
Antonió Nazaré sabia que era su tarde, se encontró con "Duende", un toro de 593 kilos, que le correspondía a El Juli. Un toro con buen tranco, recorrido, mucho fondo, enclasao y muy bravo, que se deslizaba muy bien por la muleta de Nazaré, el cual lo supo aprovechar. Plasmó naturales muy largos, despaciosos y templados, cosía la embestida perfectamente y el toro repetía. Estocada entera, en todo lo alto. Faena importante de Nazaré a un gran toro de Victoriano, que fue ovacionado en el arrastre. Nazaré desorejó al toro, la afición en pie, que pasó de la tristeza y dolor de ver lo ocurrido con El Juli, al disfrute y emoción con Nazaré.
Manzanres de nuevo, con un toro que transmitía, repetía y tenia celo. De nuevo Juan José Trujillo impuso su valentía en el par de banderillas, un señor torerazo, en la braga y los palos. Manzanares con un toro nada facil, los pitones lamiendo los muslos del diestro, muy por encima de él. Faena de poderío, toreo de verdad, aguantando mucho la embestida del toro, nada de estética, muy profesional. Se jugaba la vida cada vez que daba el muletazo, largos, llevando la embestida atrás. Cumbre con este toro. Estocada en todo lo alto, la plaza llena de pañuelos, sólo una oreja para Manzanares y bronca para la presidenta.
Era el día glorioso de Nazaré, no se le tenia que escapar la Puerta de Príncipe por nada del mundo, lo tenía hecho ya. Brindó el toro al ganadero de la corrida y el éxito llegó con la izquierda, muy templada. En el acero estaba la Puerta del Príncipe, la que haría primera en su carrera, pero se le fué, pinchó y mató a la segunda estocada. Petición de oreja minoritaria, que sólo quedó en una ovación y una mirada a la Puerta del Príncipe. Nazaré rozó la gloria.
Tarde muy buena, quitando del "Tabacazo" del Juli, una pena, no lo podremos ver cuajar un Miura, estoy seguro que el domingo lo hubiera hecho. Manzanares estuvo por encima de su lote, con mucha profesionalidad, haciendo su toreo a un toro muy difícil y Nazaré sólo acarició la Puerta del Príncipe.



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