lunes, 1 de julio de 2013

Valentía

Cuanto más arriba estás menos importa la vida. Podríamos definir así las actuaciones de diferentes toreros que están en la cumbre y cada tarde se juegan la vida de verdad, acariciando los pitones del toro con sus muslos. El peligro y el miedo lo sienten los héroes en el inicio de sus carreras, pero mientras van creciendo, y poco a poco van reinando el planetario taurino, que bien milagroso y difícil es, van perdiendo los pensamientos de temor a perder la vida, brota la valentía, fluye la firmeza y se llega torear más sentidamente, con un disfrute máximo. Porque uno cuando llega a la cima del universo taurino, pisa los terrenos del toro, rozando la muerte por sentir lo que se siente en esos momentos, algo tremendo, que pocos experimentan, pero que debe de ser muy grande. 
Es apoderarse de una fiera, una bestia indomable, que con el poderío de dormir su embestida en medio trozo de trapo rojo, se crear algo maravilloso. Un arte. El toreo.



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