Alberto Aguilar se reivindicó una vez más, esta vez en su debut como matador de toros en la plaza de toros de Vista Alegre. Con sus dos antagonistas, demostró su gran dimensión. Fue el salvador de la tarde.

Con el que hizo quinto estuvo endiosado; un segundo sobrero de El Puerto de San Lorenzo de 676 kilos. Un tren de toro que estaba justo de fortaleza. Lo brindó al público y esbozó una labor colmada de transmisión, habilidad, temple, inteligencia, corazón y gusto. Meritoria faena con la que ligó series de naturales valerosos y superiores. Lo pasaportó como pudo, pero le metió un espadazo que le valió la oreja. Vivimos la historia de David contra Goliat.
Javier Castaño y David Mora, compartían cartel con el madrileño. La cuadrilla del salmantino estuvo sublime. Castaño, estuvo muy firme, y cosiendo una faena con gusto hasta que se fastidiara la pata de su segundo burel.
David Mora estuvo dispuesto toda la tarde, tirando de sus dos oponentes y dejando destellos de su toreo.
Los toreros estuvieron por encima del encierro de Adelaida Rodriguez, deslucido, desrazado y desigual.
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